lunes, 17 de octubre de 2011

Tocando los huevos

Los que me conocéis en persona sabéis que no soy yo una persona mal hablada. Es herencia de esa educación que se daba en la familia y que estos días se olvida y se relega a las aulas, aulas en las que cada vez es más difícil enseñar...
Entonces, ¿qué es esto de tocar los huevos? Pues sólo la gran verdad: este domingo me he dedicado a tocar los huevos al Teide. O del Teide. Y no sólo eso: también trepé a uno de ellos:



Los Huevos del Teide (bolas de acrección en su terminología científica) son unas formaciones rocosas que se encuentran en una de las laderas del magestuoso volcán. Consisten en lava solidificada antes de que la colada principal se enfriara completamente y que al caer y rodar sobre ella fueron aumentando en tamaño, igual que ocurre con las bolas de nieve (pero en calentito, claro). Así que son inmesas rocas negras que nos encontramos en la ladera de Montaña Blanca, totalmente rodeados de pumitas (piedra pómez) que dan un contraste tan curioso en el paisaje.

La ruta, organizada por nuestro guía particular con alma de escritor, rezaba así:
Saldremos del Portillo, y primero alcanzaremos el Roque del Peral, para luego dirigirnos a la montaña de los Tomillos -que resulta que es un volcán pequeñito que se aprecia perfectamente desde arriba-. Allí avanzaremos venciendo a la fatiga hasta llegar a los Huevos, los cuales, una vez tocados, dejaremos atrás para celebrar nuestra hazaña en la cumbre de montaña Blanca -altura 2732 m- desde donde divisamos la increíble Montaña Guajara. Luego, nos retiraremos sin ser vistos, por el Llano de las Brujas, y con la protección de estas hadas caídas en desgracia, cruzaremos la Cañada de los Guancheros hasta llegar al punto de partida.

En total, 6.30h de recorrido (incluyendo paradas) a una altura de unos 2000 m, con 700 m de desnivel y un total de unos 10 km.

Ya veis, cosas a las que se dedica una los domingos... :-)

1 comentario:

  1. ¡Estás hecha una deportista! Yo a falta de huevos, Teides o caminatas me dedicaré al sano ejercicio de intentar dormir una noche seguida...

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