viernes, 31 de diciembre de 2010

Mi 2010

Ya ha pasado otro año. Enterito, día por día, 365 días, que se dice pronto. 365 días en los que me he levantado con más o menos esfuerzo para vivir mi vida, que no es tontería. 365 en los que he aprendido mucho de mí y de quienes me rodean.

Ha sido otro año complicado. Me da la sensación de que a partir de ahora todos los años van a ser complicados, ya van varios seguidos que no han sido fáciles y el 2011 tampoco promete que vaya a serlo. Así que nada, nos sumergiremos en el 2011 con alegría e intentaremos capearlo lo mejor posible. Seguro que entre todos somos capaces de sobrevivir a este año con número feo (me acabo de dar cuenta de que no me gusta que acabe en 11, número primo raro raro -y yo una friki, jajaja).

Si me pongo a pensar, lo mejor de lo mejor de este año es que seguimos estando todos los que tenemos que estar. Ha pasado un año, cada vez aparecen más defectos en piezas de fábrica por el uso, pero por ahora todo sigue funcionando. Así que, con mayúsculas, lo mejor del 2010 es que SEGUIMOS TODOS AQUÍ. Y eso es mucho.

Y si pienso un poco más me doy cuenta de que hay tres cosas que han sido fundamentales para mí este año: viajar, la música y las mudanzas.

Seguir viajando era casi un reto personal después de lo que supuso el viaje a Italia en el 2009. Creo que viajar es lo que más me gusta hacer en este mundo y necesitaba volver a disfrutar de verdad con ello. El mejor viaje han sido mis vacaciones de verano con mi italianini loca: por fin relax y aventura, sólo empañada por la crónica de una decisión anunciada, y el enésimo jarro de agua fría que me cayó en el Adriático, aunque gracias a la distancia y la compañía no me quedé congelada por el frío. He de decir que en segunda posición y muy cerca se queda mi visita a England para explorar con mi hermano Birmingham y London, y que me dio perspectiva de lo que supone viajar conmigo.
Y el peor viaje: el retiro para poner orden en mi vida laboral en junio, aderezado con una trama política y con una boda muy especial como guinda. Sin duda, lo más difícil del 2010 para mí llegó justo a la mitad del año.

Reconciliarme con la música, y con la música en directo en particular, era también un reto personal, casi más difícil de superar que el anterior. El regalo más importante de quien tanto me quiso fue su música. Yo a cambio le piqué con el gusanillo de viajar... Así que me he dedicado este año a redescubrir lo que me gusta.
Ir al Vinilove con dos buenos amigos fue genial. Pero sin duda el mejor concierto ha sido el de Arcade Fire. Llevaba tanto tiempo esperándolo... y no defraudó. Además, ya había dado muchos pasos musicales antes y fue la guinda para que disfrute ya para siempre de la música en directo.
El concierto más difícil para mí, pero igualmente preciado, fue el de Pauline en la playa y sus curiosas coincidencias. Parte dolorosa de mi aprendizaje en el 2010.

Sobre las mudanzas... ¿qué puedo decir? Por una mudanza empecé a escrir este blog y sigo aprendiendo a cargar con menos trastos innecesarios. Y en este tiempo de un lado para otro he aprendido a andar sola, algo que casi había olvidado aunque sigo prefiriendo pasear acompañada.
De todas las muzanzas de este año, la más fácil fue, aunque parezca mentira, irme a Teruel: después de tomar la decisión, que ya lo mío me costó, todas las cuestiones prácticas fueron resueltas en un plis-plas, y me llevé el abrigo de todos los que me querían. Llorando me fui de Madrid, llorando salí de Teruel y riendo volví a la que, por ahora, sigue siendo mi ciudad.
Y la mudanza más difícil ha sido, frente a todo pronóstico, la última que he hecho dentro de Madrid: encontrar piso fue toda una pesadilla, me hizo recalar en dos casas amigas, y me dejó totalmente agotada física y psicológicamente. Tanto sólo pido para mí que en el 2011 me mude como mucho una vez...

Sé que algunas de las personas que han entrado este año en mi vida han llegado para quedarse. También sé que hay algunas que se han alejado y que probablemente no vuelvan. En eso, el 2010 no ha sido diferente a otros, y probablemente el 2011 tampoco lo sea. Pero sigo pensando que soy afortunada por todo lo que me ha pasado este año y por haber tenido con quien compartirlo. ¡GRACIAS a todos vosotros!

Ya sólo nos queda descubrir el 2011: ¡seguro que también será una aventura apasionante!

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