Cambio de hábitos

Una de las ventajas del vivir en una ciudad pequeña es la posibilidad de ir a comer a casa. Una de las ventajas, y... uno de los inconvenientes cuando vives sola y las comidas pasan a ser un mero trámite porque son aburridas. Ya sabía que iba a echar de menos las comidas multitudinarias entre cúpulas, pero ahora han sido sustituidas por el café a media mañana con galletitas, bizcochos, bollos o lo que amablemente haya traído alguno de los miembros del centro. Y tenemos una maquinita de nesspresso, que hace un café infinitamente más rico que el de la cafetería de la facul y sin resoplidos por el agobio de tanta gente en la barra... Eso sí, todavía no he visto a aparece a George Clooney por aquí, aunque no pierdo la esperanza :-)